Vuelve incesantemente a tu realidad: eres un pecador

… vuelve incesantemente a tu realidad: eres un pecador… y decir esto no es una ofensa, es un sinceramiento contigo mismo… y reconocer esto no es humillante, es humildad… aceptar esto supone una constante conversión… ¡son tantas las «cosas» que te distraen, que pretenden arrebatarte tu bien más precioso!… ¿cuál?… que vienes de la gratuidad, que tu vida es un don aunque seas pecador… en la misma medida en que adhieres a la verdad profunda, a tu jardín interior, puedes liberarte de lo que quiere apartarte o alejarte… parece que la «calamidad» es más fuerte, pero no, es mucho más débil… en suma depende de la perseverancia de tu adhesión… es claro que lo más hondo, lo más interior y viviente, no requiere diplomas, ni preparaciones, ni estructuras… requiere la apertura del corazón a su paisaje infinito, al Ser y a la vida que recibes incesantemente como don… estas donde en verdad eres… aunque los datos sean escasos, aunque todo parezca lejos… lo que hace ruido pierde su sonido, antes o después… lo que calla, el abismo del silencio, es noticia presente de eternidad… la #rosasinporqué no confía en la capacidad que adquirió con los años, sino en la gratuidad que la creó… ¿reconoces tu condición pecadora aunque tu vida sea recta y honesta?, ¿aceptas que necesitas de misericordia o crees que puedes prescindir de ella?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 5,27-32)…