¿Vivir envejeciendo o vivir rejuveneciendo?

… ¿vivir envejeciendo o vivir rejuveneciendo?, ¿vivir muriendo o vivir viviendo?… nacer de nuevo, ¿es posible?… volver a nacer, ¿no es una quimera, una utopía, una narración en los cuentos infantiles?… ¿por qué este deseo de restaurar, de empezar otra vez de cero?… ¿qué cosas cambiaría y qué otras no haría?… ¿qué personas evitaría y con quienes, otra vez, compartiría?… ¿qué tiempo perdido recuperaría y qué lugar, Señor, en mi vida te daría?… nací una vez, a la luz, a la vida, al ruido, a los olores, al calor y al frío, a los abrazos, al hambre, a los sabores, a la saciedad, al gusto, a la música, a la ternura, a los encuentros… después, pequeñas muertes fueron matando sueños, anhelos, inocencia y pasión… pero ahora, después de este encuentro, Pescador y Pastor, si Tú tiras de mí, si me cuidas y guías, naceré de nuevo, a tu Reino y al Evangelio, al amor y la esperanza, a la voz de los profetas, a una misión… y cada vez que muera, Contigo volveré a nacer, y la verdad se irá curtiendo en mil duelos… tu Espíritu, que sopla sin yo saberlo, irá renovando mi yo gastado, el Agua viva lavará cada herida antigua… hasta esa muerte final, que será antesala de un último nacimiento, a la Luz, a la Vida, y al Amor… entonces ya no habrá más noches que temer, ni días que esperar, ¡ya para siempre será!… la #rosasinporqué vive desde la gratuidad el anticipo de la eternidad… ¿te das la oportunidad de nacer de nuevo?, ¿piensas que ya estás hecho y sólo vives envejeciendo?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 3,7b-15)…