Una vez que aceptas, te pones en camino sin demora

… una vez que aceptas, te pones en camino sin demora… si te falta la aceptación, no sólo te demoras sino que encuentras excusas siempre justificables… si aceptas, te abandonas y confías… a pesar que el camino pueda parecer arduo y demasiado largo, de “aquellas cosas” que no acaban, lo transitas sin dilación alguna… es que la aceptación de la gratuidad en tu vida abre una “mirada honda”… la “mirada honda” descubre profundidades cada vez más inauditas, y abre espacios insospechados y renueva tu entrega… porque nada hay ¡sin profundidad!… el paso no se cierra, tu perseverancia lo abre… por eso es preciso que insistas y que tengas coraje… el paso está oculto pero abre a un horizonte inmenso… así es la senda de la aceptación de la gratuidad… es el mismo camino del silencio: atender, prestar atención a la brisa suave del bosque, aceptar al murmullo sereno de una soledad que se transfigura y se brinda hasta cuando hay ruido… la #rosasinporqué al aceptar la gratuidad no se demora en salir de ella y ponerse prontamente en camino hacia quien la necesita… ¿das muchas vueltas para empezar el día?, ¿te demoras en ayudar poniendo excusas que maquillan tu mezquindad?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,39-45)…