… ¿por qué tus proyectos se desmoronan y fracasan y el éxito no te llena como ansías?… ¿por qué hasta el amor más grande deja huecos de soledad?… ¿por qué tus miradas no rompen barreras?… ¿por qué queriendo amar hieres?… ¿por qué chocas continuamente con tu fragilidad?… ¿por qué tus utopías son de cartón y tus sueños se evaporan al despertar?… ¿por qué tu salud descubre mentiras de omnipotencia y la muerte es una pregunta que no sabes responder?… ¿por qué el dolor es un amargo compañero y la tristeza una sombra en la oscuridad?… ¿por qué esta sed no encuentra fuente y te engañas con tragos de sal?… ¿por qué tantos porqués?… al fin, en la raíz, en lo hondo, sólo queda la gratuidad… sólo ella te deja abrir los ojos, sólo su mirada acaricia tu ser sin lastimar, sólo ella te deja sereno, sólo en ella tu debilidad descansa y sólo ante ella la muerte se rinde… sólo ella es tu roca y tu fortaleza, la mezquindad es arena y derrota asegurada… la #rosasinporqué está asentada sobre la roca de la gratuidad y no sobre la arena de la mezquindad, por eso no teme cuando se desatan las tormentas… ¿cuáles son los cimientos sobre los que edificas tu vida y la vida de los tuyos?, ¿las respuestas a tus porqués los encuentras en el sin porqué de la gratuidad… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 16,13-19)…