… si puedes hacer, hoy, alguna cosa, si puedes realizar algún servicio, si puedes decir algo bien dicho, trata de hacerlo, ¡inténtalo!… si puedes arreglar un error humano, si puedes dar fuerzas a tu prójimo, si puedes alegrarlo con tu canto, trata de hacerlo, ¡inténtalo!… si puedes ayudar a un desgraciado, si puedes aliviar alguna carga, si puedes irradiar más alegría, trata de hacerlo, ¡inténtalo!… has oído: “no matarás”… es razonable, conveniente, ¿quién sería tan necio como para apropiarse de la vida del hermano?… pero se te dice: “no te irrites, no insultes, no maldigas a nadie”… y parece demasiado, excesivo, inhumano… se te pide que seas como el Padre del cielo, que hace salir el sol sobre malos y buenos, hace llover sobre justos e injustos… si amas solo a quienes te aman, es lo mismo que hace cualquiera, quizás incluso el más egoísta de los hombres… si solo te tratas con los que te caen bien, si solo abres tu puerta a los amigos, si solo tienes tiempo para los que son como tú, o los que piensan como tú, ¿qué hay de especial en ello?… tú ama, hasta la extenuación… ¿qué?, ¿no es demasiado?, ¿no es excesivo?… ¿acaso hay amor con rebajas, con edulcorante, de segunda mano?… decídete a amar en serio, con todo, eso es todo… la #rosasinporqué ama sin más de más porque la gratuidad no le permite otra manera de amar, y es feliz y no se lamenta… ¿te irritas, insultas, maldices?, ¿tratas de llegar a un acuerdo con quien estás enemistado o no te importa ni te preocupas?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,20-26)…