¿Te salvas solo o te salva la gratuidad que te abraza?

… ¿te salvas solo o te salva la gratuidad que te abraza?… cuando Dios emerge en la historia y “aparece” entre nosotros, se hace persona, no elige ser un VIP, viajar en primera, aislarse detrás de muros y alarmas o gozar de la protección de una cuenta corriente saneada, no viene protegido por ejércitos de guardaespaldas, ni asediado por los flashes de la prensa… por no traer, ¡ni siquiera trae un pan bajo el brazo!… extraña forma de omnipotencia, la de este Dios transeúnte, que nace en la intemperie de un portal… pero es la magnífica forma de Dios de acercarse al ser humano, porque Dios se hizo pobre, frágil, vulnerable… y por eso va a resultar tan creíble para los pobres, los frágiles y los vulnerables… no vino como un superhéroe, cargado de poderes o prebendas, amparado en su fuero divino… su fortaleza está en descubrirte la grandeza del ser humano, el increíble poder del amor al prójimo, capaz de salvar todo tipo de distancias, su fuerza está en devolver la esperanza a los desesperados, la dignidad a los desarrapados y la entereza a los más rotos… y por eso, porque se hizo uno de los nuestros, tu puedes ahora ser salvado… la salvación que te ofrece este Dios embarrado de humanidad no la obtienes con cursos de autoayuda ni atesorando meritos ni sacando un certificando de buena conducta… eres salvado gratuitamente si te dejas amar y perdonar, ¡si te dejas abrazar!… la #rosasinporqué se deja abrazar por la gratuidad y experimenta el gozo de los pobres al no poseer nada para que la amen… ¿te dejas abrazar por la gratuidad?, ¿te preocupa la salvación de los tuyos?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 19,23-30)…