… te buscaba, Amigo,
sin saber que lo hacía,
te deseaba, Señor,
sin saber que te necesitaba…
… ¿dónde permaneces y vives?,
¿cuál es tu dirección y dónde habitas?…
… para llegar a tu encuentro
me acredité de tu familia,
estudié y escruté misterios,
pregunté a sabios y a ricos…
… ¿dónde permaneces y vives?,
¿cuál es tu dirección y dónde habitas?…
… ¿siendo Inmenso te encontraré en un niño?,
¿siendo Todo te hallaré en un mendigo?,
¿siendo Eterno te escondes en un enfermo?,
¿siendo Amor te descubriré en el barro?…
… ¿dónde permaneces y vives?,
¿cuál es tu dirección y dónde habitas?…
-“… escucha con tu corazón
los latidos de mi Corazón amante,
aprende a palpitar con ellos,
y me encontrarás en todas partes…”
“… mi madre y mis hermanos
son los que escuchan
la Palabra de Dios y la practican…” (Lucas 8,21)
(… la “rosa sin por qué” recibe a la gratuidad por las mañanas y la acompaña con alegría durante todo el día… con el Evangelio de hoy San Lucas 8,19-21…)