Sufres por lo que ves y por lo que oyes

… sufres por lo que ves y por lo que oyes… ¿por qué?… sin duda porque aguardabas otra cosa, otras respuestas de los que están más cerca… de lejos es poco lo que llega en realidad, lo que hiere es lo que está más cerca… ¿cabe alguna solución ante lo que es “incambiable” o queda fuera de tus posibilidades de respuesta?… algunos prefieren la mediocridad y lo más vulgar es lo que posee, para muchos, mayor fuerza y vigor… parece que se buscan los niveles más bajos, quizá para no molestarse con exceso o, simplemente, por reacción o por miedo… la opción por lo más “barato”, en cualquier orden, parece que lleva el éxito y nadie vacila en la elección… es la presentación de lo decente y, tal vez, de lo posible: “me costó poco”… es feo, pero el hombre da, de lo que tiene, lo peor… nadie se molesta en el bien mayor para el otro… ¡sólo vale lo que cuesta poco!… sin embargo, sólo cuesta lo que se aprecia, se cuida y se valora… la #rosasinporqué sabe que lo que vale se manifiesta en el silencio y en una trascendencia que por la gratuidad está llamada a alcanzar… ¿eliges con magnanimidad o mezquinamente?, ¿te dejas elegir para más o estás apoltronado en la mediocridad?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 6,12-19)…