Es hora que aprendas un “nuevo silencio”, que no es “callar” ni “cerrar la boca”

… es hora que aprendas un “nuevo silencio”, que no es “callar” ni “cerrar la boca”, sino “escuchar amorosamente”… hay muchos que callan y nunca abren la boca, pero ignoran la fecundidad del silencio… poco a poco te preguntas por dónde vas, cuál camino sigues, qué pasa, que todo es tan singular… no comprendes, no puedes ya discernir con claridad… antes, antes de ayer, todos los trazos y perfiles parecían nítidos, los pasos los dabas, uno tras otro, sin vacilaciones… las leyes eran claras y los comportamientos también… las indicaciones no faltaban y no tenías necesidad de soportar interrogantes sin esperanza de respuesta segura… hoy, todo se te presenta como un desierto poblado de profetas de calamidades meteorológicas… los despropósitos son de tal magnitud, las sinrazones tan grandes, que no puedes intentar diálogos… en la hora de las irresponsabilidades se espera tu solitaria “responsabilidad”: ¡nunca dejes de dialogar!… la #rosasinporqué busca el diálogo en todo, jamás renuncia a él, y en el silencio de adentro la gratuidad la hace más hermosa… ¿sabes discernir y buscar los espacios y los tiempos para el diálogo y los encuentros?, ¿rehúsas dialogar dando por cerrada toda oportunidad de encuentro?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 12,54-59)…