… sueñas con el mar, más allá de todas las fronteras… sueñas con la sierra, más allá hasta el cielo… más lejos que cualquier ilusión, pero infinitamente más cerca que las idolatrías o los «preceptos» escritos por los hombres… ¡pero nada hay que te oprima cuando las condiciones y las «determinaciones» caen!… el hombre privado de su libertad es un títere o un mamarracho… la libertad no ha de perderse nunca… no sabes, ni puedes sospechar, esas dimensiones que carecen de fronteras… tu oración es un respiro de libertad y de abundancia de luz… sí, eres libre en el misterio del Ser, vencidos los antojos y aplastadas las mentiras que usan los cobardes… permanece firme a pesar de lo que sea, aunque vengan degollando no te apartes de tu senda… “no es el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre”… hay quienes abren sus fauces… pero, ¡no tienen gracia y son horriblemente feos!, ¡y cuídate de ellos!… tu, conserva la libertad en la verdad para el bien, ¡y a otra cosa!… la #rosasinporqué no es caprichosa ni antojadiza, la gratuidad la hace totalmente libre aunque pocas veces llegue a hacer lo que ella desee… ¿defines la libertad como algo absoluto considerándote entonces como un dios?, ¿sabías que la libertad es ordenar sabiamente tus dependencias para convivir y para el bien de otros?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 2,23-28)…