En la hora presente, como en cualquier otra, se manifiesta un hecho ineludible

… en la hora presente, como en cualquier otra, se manifiesta un hecho ineludible: el camino de gratuidad y gratitud, en el que estás empeñado, constituye una lucha, comporta esfuerzo y penitencia… y, desde luego, el coraje -¡tantas veces!- de aceptar injustos rechazos… el secreto es hondo y admirable: ser uno con Aquél que es Esposo y Amigo y vino a los suyos y los suyos no lo recibieron… camina sin dudar en tus pasos, porque sigues la senda que comporta una “paz” más alta… es claro que ésta «paz» no es la del mundo, ni la que pretenden ofrecer los que ambicionan el dominio o cualquier forma de poder… la “paz” verdadera sólo brota y vive en el corazón, en el centro, en el silencio, en la permanente acción de gracias por la “presencia” de quienes amas y te aman… así qué, ¡no has de dudar ni ceder!… vamos, ¡adelante!… la #rosasinporqué sabe que todas las conmociones de este mundo no pueden apartarla, ni distraerla siquiera, de la gratuidad que es inmensa y no sabe de confines… ¿disfrutas de la presencia de los amados y sufres sus ausencias?, ¿aceptas el camino de la penitencia, oración y ayuno, por la contaminación que sufre el corazón con afectos no sanamente ordenados?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 2,18-22)…