El «sudor de tu frente» se nutre en mil ocasiones y oportunidades

… el «sudor de tu frente» se nutre en mil ocasiones y oportunidades, de esas que no descubres en un instante… percibes la fatiga, y no aciertas a responder acerca del cansancio o de la experiencia de una derrota… y, sin embargo, la carencia de resultados inmediatos, la demora de cualquier éxito, ha de llegar a tus horas como una bendición… hace tal vez algunos instantes festejabas, y ahora unas sombras te muestran la vanidad de tantas cosas y la desaparición de esas ilusiones que pretenden elevar tu vida… el escenario, el inmenso escenario de la vida, tiene decorados muy diversos… allá, al fondo, un telón azul, muy fuerte, te recuerda un pedazo de cielo que ya no está… los decorados engañan desde luego, por eso ¡eleva el corazón más allá! de fantasmas e ilusiones… es verdad que las sombras velan, pero también revelan… lo que hasta ayer juzgabas luminoso, hoy desaparece… la luz, la luz verdadera, ¡no engaña!, a pesar de los discursos de los necios… es la gratuidad, y su mirada que permanece en tu corazón, lo que te ilumina siempre… ¡lo ausente, anhelado por la esperanza, es ya presente!… la #rosasinporqué vive iluminada por dentro por la gratuidad, por eso lo que se antoja ausente en ella es ya presente… ¿amaneces y vives cada día en esperanza o amaneces y vives como muerto por anemia de esperanza?, ¿qué esperas o a quien esperas?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 12,39- 48)…