Siempre sueñas y buscas alojo

… siempre sueñas y buscas alojo y reposo en los sueños y en los deseos, que se suman y que renacen… valores y afirmaciones, que parecen signos de ausencia… ¿es así?… «y los sueños, sueños son»… buscas signos, señales, que justifiquen tus decisiones, que se acomoden a tus certezas, que coincidan con tus seguridades… para, entonces, validarte a ti mismo y para desacreditar a aquel que viene a proponerte algo distinto a lo ya adquirido… sin embargo, en el secreto de tus aspiraciones, resuenan melodías inéditas, insospechadas, que se multiplican en esos oasis que te llegan cuando se abren las perspectivas de una palabra nueva, insospechada… hoy no estás donde ayer… tu andar ha sido intenso, has vencido ilusiones… tu andar es “ahora” y “aquí”… pero, ¿dónde estás entonces?… o, mejor aún, ¿quién eres esta vez?… topas con duras fronteras, con límites sin sentido… la fuerza y el valor de una respuesta es seguir caminando hasta el «más allá» que quizá no exista… sigue, pues, hasta donde no se ve… que es condición para ver en realidad… la #rosasinporqué sólo tiene como signo a la gratuidad para validar su empezar cada día… ¿reclamas signos, señales, para vivir de la fe?, ¿qué es lo exiges a una propuesta nueva para validarla en tu vida?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 8,11-13)…