Se te muestra y no ves

… se te muestra y no ves, se te habla y no escuchas, se te ofrece y lo rechazas, se te ama y no te interesa… ¿qué te pasa?, ¿tu corazón ha dejado de latir?, ¿ya no sientes nada?, ¿acaso estás muerto?… a Alguien le preocupa tu ceguera, tu sordera, tu indiferencia, tu apatía… ni lejos, ni cerca, ni arriba, ni abajo, ni por costado o sendero alguno… ¿has avanzado, alguna vez, sin lugar, ni espacio?… atrévete a ver, a escuchar, a recibir, a sentir… atrévete a dejarte amar, perdonar… atrévete a la aventura y deja de una buena vez lo dejado… y camina más allá, sin caminar… niega lo que afirmas, niega lo que niegas… deja lo que dejas, deja lo que no dejas… abandona el abandono… y despréndete de todo cuidado, “entre azucenas olvidado”… la “rosa sin porqué” se atreve a la gratuidad y vive viendo, escuchando, recibiendo y amando… ¿te sientes viejo y agotado y sin ganas de nada?, ¿quieres nacer niño en estas Pascuas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 5,31-47)…