¿Se puede curar la desesperanza?

… ¿se puede curar la desesperanza?;
y la parálisis de la resignación, ¿quién la sana?;
¿tiene sentido darle sentido a quien lo ha perdido?;
los postrados, ¿acaso un día se levantarán?…

… en la piscina nihilista yacen los “no puedo”,
el almacén de aburrimientos degrada,
gigantesco arrebatador de sueños,
instalando una burocracia de fantasmas…

… treinta y ocho años arrastrándome para nada,
siempre otros se adelantan a tocar las aguas,
mis días pasan y pasan sin conocer mañanas,
¡no puedo!, ¡no puedo!, ¡nunca podré!…

-“Amigo, no te pregunto si puedes,
sólo le pregunto a tu corazón si quieres”.

-“Amigo, ¡levántate!, ¡levántate!,
toma la camilla, y camina, ¡si camina!;
no estás postrado porque no puedes
sino porque no quieres;
jamás pierdas la esperanza, ¡no te resignes!,
no se paralice tu corazón enamorado;
no regreses a esas aguas estancadas,
donde la camilla te es excusa de nada”.

-“Amigo, no te pregunto si puedes,
sólo le pregunto a tu corazón si quieres”.

“… has sido curado;
no vuelvas a pecar,
de lo contrario te ocurrirán
peores cosas todavía…”
(Juan 5,14bc)

(… la “rosa sin por qué” no se resigna ante sus impotencias ya que la gratuidad la mantiene viva en la esperanza… con el Evangelio de ayer, San Juan 5,1-3ª.5-18…)