Se pone el sol

… se pone el sol,
se cierran las ventanas,
abiertas a la madrugada,
la puerta permanece entornada,
apenas abierta,
por si la luna y las estrellas
desean compartir la mesa…

… repaso la jornada
desgranando Ave Marías,
dulce lazo el del Rosario,
de tantos rostros y nombres,
compartidos durante el día,
mientras el corazón vela,
por si alguien necesita…

… servir ofreciendo
es perfumar el barro
a lo largo del día,
es perfumar la vida
con las caricias de los niños,
con las miradas de los mayores,
con los abrazos de los jóvenes…

… ofrecer sirviendo
es glorificar al Altísimo,
desde el altar del instante,
momento presente,
ermita y yermo,
en la calle, en la casa,
en el Templo y en la oficina…

… si, sin dudas,
glorificar a Dios
y servir a los hermanos,
¡es nuestra alegría!;

servir ofreciendo
y ofrecer sirviendo:
¡qué dicha!…

“… cuando hayan hecho
todo lo que se les mande, digan:
‘somos simples servidores,
no hemos hecho más
que cumplir con nuestro deber’…”
(Lucas 17,10)

(… la “rosa sin por qué” vive sirviendo con alegría porque todo lo ofrece con gratuidad… con el Evangelio de hoy, San Lucas 17,1-10…)