Se necesita corazón para perdonar

… se necesita corazón para perdonar, se necesita contar con un corazón que haya experimentado antes el amor y el perdón… las palabras, los gestos, las miradas, las actitudes del perdón no se decretan, no se regulan, no se obligan… ¡Señor, Tú nos regalas el perdón!… no nos pides negociarlo Contigo a base de castigos y contratos… “tu pecado está perdonado… no peques más…. vete y vive sin temor… y no cargues el cadáver de ayer sobre tu espalda libre”… Señor, no nos pides sanear la deuda impagable de habernos vuelto contra Ti… nos ofreces una vida nueva sin tener que trabajar abrumados por la angustia, pagando los intereses de una cuenta infinita… ¡perdonas siempre!… setenta veces siete saltas al camino para acoger nuestro regreso, sin escondernos tu Rostro ni racionarnos tu Palabra, por nuestras fugas repetidas… te pedimos, con la oración que nos enseñaste, el Padrenuestro: “¡perdónanos como perdonamos!”… pero hoy nos atrevemos a pedirte algo más, todavía: “enséñanos a perdonar a los demás y a nosotros mismos como Tú nos perdonas a nosotros, Señor”… la #rosasinporqué perdona siempre, sin dar vueltas y sin esperar vueltos, porque su corazón es la gratuidad… ¿probaste perdonar?, ¿por qué dices que te cuesta perdonar?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 18,21 – 19,1)…