¿Se ha roto tu balanza?, ¿te es muy difícil pesar o medir?

… ¿se ha roto tu balanza?, ¿te es muy difícil pesar o medir?… sin embargo puedes muy bien recibir, sin comentarios, ni reclamos, sin atender, con brusquedad, el valor contingente de tantas cosas… ¡no sabes «lo que recibes»!… Dios te da y da más allá de esas estrellas que te fascinan y que se apagan siempre… nada llevas que pueda competir eficazmente y otorgarte sensaciones de triunfo o de victoria, «nada sobre nada»… tu «biografía», labrada y tallada por la gratuidad, no se asemeja a nada, sino que es, ella misma, portadora de un valor incomparable, único… sí, la vida del amigo y de la amiga de la rosa es un misterio insondable e inmenso regalo… sin duda, ante las pruebas y los tropiezos de tu andar te preguntas ¡tantas veces! por la fecundidad y el valor de tus acciones… te interrogas acerca de ellas… arriban las dudas y las apuestas: esto es mejor o peor que aquello… aguardabas mejores oportunidades, que nunca llegan, o reconocimientos siempre insuficientes… pero las mejores acciones son, precisamente, las que más te acercan y asemejan a Jesús, y que generalmente no son elegidas… esas que te parecen desprovistas de todo valor y de toda «vistosidad»… esas que pasan “todos los días” y a “cada rato”, a las cuales no das demasiada importancia… la #rosasinporqué no necesita «demostrar nada», está más allá del tiempo de los relojes y de los almanaques… ¿vives pendiente de las aprobaciones y aplausos y reconocimientos?, ¿pierdes el valor de tu dignidad y honor por el qué dirán?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 13,21-33.36-38)…