Muchos son los espejismos que aparecen en el camino

… muchos son los espejismos que aparecen en el camino… los hay de distintas dimensiones, pero todos están a la misma altura para el amigo y la amiga de la rosa… con ellos recibes noticias y duras «seriedades»: “¡ponte serio, muy serio!”, te dicen… y añaden: “preocúpate de una buena vez, ¿dónde vives que estás en otra?”… entonces se suceden esos mensajes que no acaban, que no dejan espacio a ningún silencio… entonces se te dice que Fulano es mejor que Zutano y que no te conviene hablar de esta manera sino de esa otra… entonces se desencadenan las series de pesos y medidas, que intentan convencerte de que eres un infeliz porque careces de poder y de dinero… qué no ocupas lugar alguno bajo el sol o bajo la luna… pero tú buscas otros horizontes a partir de la «gratuidad que no tiene precio», en esa directa sencillez que apunta al mismo Cielo… sin comparaciones arbitrarias, sin presupuestos, sin laberintos: directamente a Dios… ¡estás donde «eres»!… no añadas, entonces, migajas a la hondura de tu vida: tu vida no tiene precio, nadie la puede vender ni comprar… no te distraigas, pues, en esto o en aquello… no te detengas en horarios, reglamentos y porfías… aparta tu mirada de lo que “no es”… no te pierdas en infinitos vericuetos sin razón y sin salida… la #rosasinporqué no tiene precio, aunque algunos paguen tristemente por ella… ¿pones precio a la vida de los otros?, ¿presupuestas tu entrega y tu servicio como si merecieras una remuneración?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 26.14-25)…