Ama y acepta el perfume de la rosa: ¡acepta el rincón admirable de tu jardín!

… ama y acepta el perfume de la rosa: ¡acepta el rincón admirable de tu jardín!… ¿pensabas que Dios no te conocía?, ¡cuánto descuido!… respiro profundo de Dios en la hondura inefable… ¿por qué temes?… alegría del arroyuelo, serenidad en el agua que corre y corre… hay un susurro escondido: tu corazón contempla y descubre en esos rincones que aparecen por todas partes, que nunca faltan, y con los cuales siempre hallas una misteriosa y encendida comunión… connaturalizada con la quietud, más allá y más adentro que lo exterior… ¡es la fuente inagotable del tu jardín interior!… ¿logras detenerte alguna vez?… también en la hora de dolor contempla esos sufrimientos con la luz que te es dada… mira y ve más allá, más allá de tus ojos, más allá de ti… ¡en tu corazón verás más allá de ti!… en cualquier momento quédate donde estás, el silencio, el perfume y el asombro ¡están allí!… algunos no lo entenderán, pero serás ungido por el amor… ¡entonces perfumarás a todos con tu gratuidad!… la #rosasinporqué perfuma con su fragancia de gratuidad a todos los que están en el jardín, también a quienes no la aceptan… ¿haces acepción de personas o perfumas a todos con tu gratuidad?, ¿decidiste ya vivir esta Semana Santa con Jesús en la Iglesia o vas a hacer otra cosa?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 12, 1-11)…