Saberme bajo tu mirada

… saberme bajo tu mirada, Madre, me llena de confianza y diluye mis miedos e inseguridades, y me desafía a no quedarme cruzado de brazos sino que “haga lo que tu Hijo me manda”… saberme nombrado personalmente por tus labios, Madre, me hace recordar que así eres con todos tus hijos, porque para una madre todos sus hijos son “únicos”, y que tengo la obligación de ser más y mejor hermano… saberme acariciado por tus manos, Madre, despierta mi indiferencia enhebrada de egoísmos, y me enciende por dentro para llegar a tantos pobres, a tantos niños, a tantas familias, a tantos enfermos que están irremediablemente solos, desamparados… saberme en tu corazón, Madre, me enternece y hasta hace que lagrimee, y descoloca mi soberbia al reconocerme necesitado… tus ojos, tus labios, tus manos, tu corazón, yo sin más yo, nosotros… Virgencita de la Pampa, que siempre estás, ¡aquí me tienes, pobre y sin nada, aquí me tienes!… la #rosasinporque va a Luján para encontrarse con la gratuidad de los ojos, los labios, las manos, el corazón de “la más linda”, la Virgen María… ¿estás al alcance de la mirada de María?, ¿le llevaste hoy una flor a “la más linda”?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 19,25-27)…