Atascada la carreta en la tierra

… atascada la carreta en la tierra de la pampa, no hay esfuerzo humano que moverla pueda… “vengan todos a pechear, ¡que aquí no nos podemos quedar!”… se suman las manos de blancos y mulatos, al fin libres y esclavos tirando para el mismo lado… “que no avanza”, “que no se puede”, “¿qué maldición es esta que a los bueyes atasca?”… “bajemos todo», “hagamos más liviana la carga”… “¿qué sucede?”, “¿qué pasa?”, “¿qué contienen esas cajas?”… “son imágenes muy sencillas de arcilla cocida, barata”, “una tiene al Niño contra su pecho, la otra, de 15 pulgadas, las manitos juntas como elevando una plegaria”, “son de la Purísima, la Inmaculada, ¡casi no pesan nada!”… “qué cosa, ¿habrá que dejar esta, la de la carita ovalada y de las manitas pegadas, porque con ella la carreta sigue atascada?”… “vayan ustedes, yo me quedo a cuidarla, porque parece que es capricho de esta Dama aquerenciarse por estas estas pampas”… han pasado 391 años y sigue esta imagen tan sencilla antojada con la Pampa… es la Madre morenita de frente amplia, ojos grandes entreabiertos, manitas ojivadas que cuidan tantas súplicas, tantas lágrimas… es la Madre que sale a buscar y a esperar a sus hijos, sin reclamar nada… la “rosa sin porqué” se queda en Luján para adornar con la gratuidad a la Virgen de la Pampa… ¿hace mucho que no vas a Luján?, ¿has descubierto el Corazón de la Virgen Madre?… (con el Evangelio de mañana, día de la Virgen de Luján, San Juan 19, 25-27)…