En el régimen de la gratuidad la recompensa se da antes del mérito

… en el régimen de la gratuidad la recompensa se da antes del mérito, la riqueza y la felicidad se prodigan antes de la prueba… el mezquino es incapaz de esta liberalidad porque todo lo mide y calcula, es un sujeto temeroso e interesado… tanto en la educación de los hijos como en el trabajo y el comercio, y hasta en la justicia, el mezquino en primer lugar pone las condiciones y las amenazas de sanciones… no acuerda el precio sino después de haber obtenido la tarea, a cambio de servicios o garantías… pero con el agradecido, el amigo y la amiga de la rosa, todo es distinto… perdona antes que su hermano se arrepienta, da antes que le pidan, acompaña antes que le reclamen… la Virgen María, la llena de gracia, formateada por la gratuidad, es un ejemplo de esta actitud… basta mirarla junto a la Cruz de su Hijo… “… quiero descansar en Ti, acostado del cansancio que me trae mi pensar… quiero descansar a ojos cerrados, del afán de Tu promesa anticipar… quiero descansar y bien callado, de tanta palabra sin necesidad… quiero descansar poniendo en Ti mi mano, del capricho de quererme ya soltar… quiero descansar quietecito entre Tus brazos, y soñar que mi buen Dios proveerá…”… la #rosasinporqué permanece en su tallo agradecida y prodiga su belleza sin reclamar vuelto alguno… ¿vives bajo el régimen de la gratuidad o de la mezquindad?, ¿un afán de una mal entendida libertad te hace renegar de tu condición de creatura, de tu dignidad de hijo y de hermano?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 19,25-27)…