Hace ya mucho tiempo que soñabas con disfraces siempre diferentes

… hace ya mucho tiempo que soñabas con disfraces siempre diferentes, apostando a “seguridades” o a “tranquilidades” superestructuradas, armaduras de hierro que pretendían y pretenden proteger… hoy sabes que siempre quedabas detenido en el mismo lugar, quizá porque no acababas de distinguir el horizonte… tu historia es arribar adonde nunca lo tuviste como posible… adonde son tan pocos los que llegan, porque desprecian la santa locura de quien por fin emprende el camino de la gratuidad sin más… ¿el camino?, ¿qué camino?… ningún camino de esos que están por ahí… cuando consideras que estás: trazas una huella o mil huellas… ¿camino?, ¿progreso?… pues nada de todo eso… ni método, ni ensayo, ni plan… sólo déjate regalar, déjate amar, déjate cuidar, déjate pastorear… “… en el pastoreo firme de Tu tierna mano, conocí del lobo, la quebrada y el pasto… conocí del salteador y del pastor asalariado… pero lo que más conocí es de Tu hermoso trato: de ponerte a la puerta sin clausurar el paso y llamar a salir tras el amor que no es extraño… de pastorear en libertad confiando en el rebaño y ponerte Tú detrás cuando ves que es necesario… de invitar a entrar por Ti para salir y estar a salvo y enseñar que el Buen Amor vino a darnos Vida y la abundancia es su rasgo…”… la #rosasinporqué se deja pastorear por la gratuidad, por eso se mueve con tanta confianza y libertad… ¿te dejas pastorear o reivindicas una autonomía que te autoexcluye del rebaño?, ¿das la vida por quienes cuidas y amas o eres un asalariado?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 10,1-10)…