… ¿recuerdos?, ¿deseos para mañana?… ¡cuántas veces llegan esos «mensajes» a tu consideración!… nada has perdido, ni puedes perder, cuando la gratuidad misma te guarda lo mejor y mejor de cuanto puedas sospechar… todo puede ser presente, y lo futuro «ya», ahora… levanta, pues, tu corazón y acoge la gratuidad que siempre sale a tu encuentro… de nuevo: ¡nada has perdido, amigo y amiga de la rosa!… tu vida adquiere un valor «único», los latidos de tu corazón, eco de cuanto el Señor te comunica y participa y transforma, siempre en «más», te dicen de un palpitar de vida que no acaba jamás… bendice siempre, da las gracias y alaba… a pesar de la fatiga, a pesar (y gracias a) de todas las pruebas, tu corazón se goza y se recrea en este don inefable e irrepresentable de ser agradecido pasado… la #rosasinporqué es signo de belleza y de gratuidad y se eleva por encima de todo abriéndose a una inmensidad siempre nueva… ¿has sabido agradecer “ese” don que sólo tú sabes que te hizo nuevo?, ¿cuál es el peso de la gratuidad en tus palabras, gestos y miradas?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 17, 11-19)…