Reconocer y sumergirte en el corazón

… reconocer y sumergirte en el corazón es mayor que todas las «obras» que puedas realizar en esta vida… ¡quien pueda y quiera entender, que entienda!… presta atención a lo que ya llevas desde hace tanto tiempo… ¿el signo?, aquello… todo lo que no cabe en signo alguno… quisieras ver más de lo que has visto, quisiera ver más de lo que ves… oír lo que no se oye por esas rutas sin confines… pero todo eso que deseas no se halla donde sospechas… sólo el «abandono» te lo entrega en lo escondido del corazón… “… agárrate de la Cruz mientras soplan los vientos que golpean tu carpa y aflojan sus tientos, no te asustes del momento ni te olvides lo sufrido en otros tiempos… agárrate de la Cruz, haz un nuevo intento… clávala donde estás, enarbola allí mi Cuerpo como signo del Amor que por ti llegó al extremo… agárrate de la Cruz, en ella Yo te llevo… y aunque se sacuda tu barca y cruja tu velero, llegaremos al alba al fin del derrotero…entonces recordarás mi lección aún siendo viejo: ‘fija está la Cruz, mientras el mundo, muevo’…”… la “rosa sin porqué” no pide signos para, cada mañana, volver a empezar con la gratuidad… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,29-32)…