Quizá ya no quieras imaginar «novedades» poco satisfactorias, y prefieras dejar de soñar

… quizá ya no quieras imaginar «novedades» poco satisfactorias, y prefieras dejar de soñar… porque te topas con alguna de esas vallas que, como en las carreras de obstáculos, te ves obligado a saltar… ¡Dios bendito siempre!… ¿podrás suprimir esos pasos antipáticos, que aparecen sin aviso o porque los «comentarios» y murmuraciones los descubren?… eso, que te parece así, tan desagradable, no existe… tú mismo le das una entidad y una presencia de la cual, evidentemente, carece… no des comida a las máscaras escuálidas, resiste en tu andar con coraje y nada más… esos perfiles que temes se desdibujan una y otra vez, van y vienen, en un mundo perdido y sin luz, en un mundo de sombras, a las que no estarás nunca sometido… José no dejó jamás de soñar, aunque en cada sueño Dios le cambiaba su historia… permanece en silencio y en paz, no temas la eventual lucha que pudieran provocar esas sorpresas que por soñar enfrentas… la #rosasinporqué no se cansa de soñar, porque ella es la ensoñación de la gratuidad que sueña con más… ¿eres capaz de soñar con los ojos abiertos y tener los pies en la tierra, las manos en el trabajo y el corazón dónde amas?, ¿eres el sueño de alguien?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 1,18-24)…