Quizá te quedes encerrado, sin posibilidad de tomar aires nuevos (o viejos)

… quizá te quedes encerrado, sin posibilidad de tomar aires nuevos (o viejos), sin derroteros o sendas para andar… esto puede ser muy frecuente en las horas que no dejan respiro o que repiten las mismas «melodías» o vuelcan las copias de dichos pasados en la frialdad de un papel muerto… pero la realidad no es esto que lees con tus sentidos quizá turbados… la realidad no es lo que llega sin aureola o sin profundidad… no, no es lo que estás viendo o padeciendo ahora, porque lo real siempre está escondido y respira muy hondo donde no aciertas a imaginar y mucho menos a encerrar… es preciso que descubras lo real más allá de cualquier desengaño o desesperación o desilusión… porque esto que te aprisiona, esto que te limita no es tu camino ni «el» camino… la «aspiración» profunda en la plegaria, en la vida, es «soplo» de gratuidad… en un sólo instante, en menos de un instante, por gracia del Altísimo descubres lo real y desvelas el corazón más allá de las fronteras repetidoras y asfixiantes… siempre amanece si quien te ama te “toca” y te toma de la mano… la #rosasinporqué amanece todos los días hermosa, porque se deja tocar, tomar de la mano, por la gratuidad… ¿te dejas tomar de la mano para amanecer todos los días con una sonrisa?, ¿confías en la mano que te toma?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,18-26)…