No te apresures a despedirte de los pasos de la gratuidad, de la «historia de Dios en tu vida»

… no, no te apresures a despedirte de los pasos de la gratuidad, de la «historia de Dios en tu vida»… cada acontecimiento es una noticia de su Presencia, y en cada acontecimiento descubres un rostro nuevo, insospechado, de Su Misericordia… puede ser que no entiendas bien qué es la transformación de todo, o que la busques empeñando esfuerzos y sacrificios… pero lo que transforma todo es el don, la gracia, la gratuidad del amor… puerta para algo mayor es siempre el instante, el presente, que deja una faz nueva, que deja una marca, un sello admirable… «sufrir pasa, haber sufrido no pasa jamás» (Bloy y Berdiaeff)… ten sumo respeto y delicadeza y verás cómo todo perdura en una dimensión mayor… y cómo nada se pierde en el nivel más alto, cómo toda tu vida respira ya el aire de la Eternidad… alégrate pues en este presente y bendice siempre… la gratuidad transforma el pecado y te eleva en misericordia… las montañas son pequeñas, el mar inmenso tiene fin y se acaba, la llanura termina en alguna frontera… tu corazón agradecido, en cambio, no tiene confines… la #rosasinporqué sabe por la gratuidad que es más importante la misericordia que los sacrificios, el don que el esfuerzo… ¿en qué depositas más tu confianza, en lo que recibes o en lo que haces?, ¿te dejas salvar o buscas salvarte?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 9,9-13)…