… “¿quién soy?”… esto te preguntas y preguntas siempre… ¡y no hallas respuesta que te conforme!… te interrogas acerca del “sentido” de tu existir, lo más profundo, de esta vida que, a veces, parece escapar de tus manos y de cualquier medida o modo que intentas para “comprenderte”… sí, para ¡comprenderte!… en un cierto sentido, has de escapar de tu propia comprensión, si ésta se diera ahora mismo o alguna vez… no puedes encerrar en tus categorías lo que las excede… ¡tú eres más!… no puedes abarcar con tu razón lo que está por encima de ella, porque ¡tú eres más!… no podrás medir ni determinar esta vida y peregrinación tuya ¡que tanto te aflige!… porque ¡tú eres más!, ¡y tanto más!… no comprendas encerrando, midiendo y razonando… deja advenir, deja llegar, acoge una y otra vez… ¿quién eres?… ¡el tú de una gratuidad!… vuélvete niño, vuelve a nacer en la mirada de quien te mira y ama con locura… la #rosasinporqué es el tú de una gratuidad, es quien la mira y ama desinteresadamente… ¿quién eres?; ¿eres lo que dicen de ti y eres quienes te miran y aman más allá de lo que haces?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 16, 13-20)…