-“¿Qué será de mañana?”
… cada día, cada año,
la misma expectante pregunta
para continuar el camino trazado,
para despertar nuevos sueños,
para renovar los vínculos desgastados,
para revalorizar los afectos,
para intensificar el encuentro Contigo,
Niño que nos ha sido dado…
-“¿Qué será de mañana?”
… ¡sí!, todo se dirige,
todo se mueve,
hacia el encuentro Contigo,
Niño que nos ha sido dado…
-“¿Qué será de mañana?”
… la roca haciéndose cristal,
y la espiga hacia la mesa;
la estrella en su órbita,
y el gusano en su capullo…
-“¿Qué será de mañana?”
… la primera gota de lluvia,
y la última de un suero;
el niño que estrena su paso,
y el anciano que se apaga…
-“¿Qué será de mañana?”
… la indignación del justo,
y la paciencia del artesano;
el ojo en el laboratorio,
y la azada en el surco…
-“¿Qué será de mañana?”
… la caricia en la piel,
y la ceniza en el orgullo;
el pecador hacia la vida,
y el bueno hacia el servicio…
-“¿Qué será de mañana?”
… la institución de paso lento,
la intuición en el instante;
la familia asegurando,
y los amigos acompañando…
-“¿Qué será de mañana?”
… porque Tú, Niño recién nacido,
eres el mismo desconcertante impulso
desde dentro de todo y de todos,
y eres el único Horizonte
que atrae los deseos y los pasos
de todo lo que existe…
-“¿Qué será de mañana?”
… lo que vivamos y compartamos,
Contigo y con los hermanos…
“… el Verbo se hizo carne,
y habitó entre nosotros…” (Juan 1,14ª)
(… la “rosa sin porqué” te saluda, querida amiga, querido amigo, deseando que la gratuidad te abrace y bendiga cada día del nuevo año… con el Evangelio de hoy, San Juan 1, 1-18…)