¿Qué flor se marchita apenas sale el sol?

… ¿qué flor se marchita apenas sale el sol?…
… ¿qué sonrisa desaparece apenas se insinúa?…
… ¿qué sentimiento se desvanece apenas llega?…
… ¿qué amor muere apenas llega el dolor?…

… madres que luchan por la vida de sus hijos…
… sanos, enfermos, adictos, buenos o más o menos…
… madres que dan pelea, que no bajan los brazos…
… madres que confían, que esperan, con Dios o sin Él…

… madres que ríen, que lloran, ¡madres!…
… madres que se levantan antes, ¡madres!…
… son las últimas que se acuestan, ¡madres!…
… son las primeras que vuelven a empezar, ¡madres!…

… son flores que no se marchitan con el sol…
… son sonrisas que permanecen en el dolor…
… son sentimientos que no buscan aprobación…
… son amores que no mueren en el corazón…

“… en seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de Jesús y fue a postrarse a sus pies. Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. Él le respondió: ‘deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros’. Pero ella le respondió: ‘es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos’. Entonces Jesús le dijo: ‘a causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija’. Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio…” (Marcos 7,25-30)

… madres, simplemente madres…

(… la “rosa sin porqué” aprendió de las madres la gratuidad y, entonces, está siempre, antes, ahora y después… con el Evangelio de hoy, San Marcos 7,24-30…)