… ¿qué esperas hoy?… seguramente esa sorpresa que no llega todavía, y sin embargo ya la tienes en tu mano… ¿tarda demasiado?, ¿qué es una «tardanza»?, ¿sufres por ello?, ¿qué padecer es este que no acaba de comenzar?, ¿a qué esa ansiedad?… despéjate y despójate… escucha, presta atención, date cuenta, la Palabra de Dios es callada y austera, siempre sorpresa donde menos la aguardas… pero llega llena de luz, ¡es Luz!… no rebusques, simplemente disponte, abre tu corazón y escucha… el silencio es una hondura, que no imaginas… en «silencio», aprende a «escuchar» sin forzar nada, sin reclamar nada, sin aguardar esta o aquella respuesta… deja a un lado esa insistente fantasía o las expectativas de lo que sea… escucha, pero sin presionar, sin «por esto» o «por aquello», deja una y otra vez, no importa que tarde… es verdad, deseabas que fuera “ya”, ya mismo… pero no es ya mismo porque es «mucho más”… eso tan grande no cabe en tu impaciencia ni en tu porfía por hacer y porque te oigan los unos o los otros… ahora, silencio, silencio porque ya está… la #rosasinporqué aprendió a escuchar en silencio y descubrió la gratuidad… ¿sabes escuchar?, ¿sabías que la fe viene de escuchar?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 12,28b-34)…