… ¿qué alegría es ésta
cuyo deleite no se esfuma
en las ausencias,
ni su fragancia se confunde
en los momentos de fiesta?…
… ha llegado Contigo,
en la intimidad y el descanso,
en la noche que me cerca;
con oscuridad transparente
envuelves el horizonte,
los hogares, los rumores,
y arropas mis sueños,
con mano maternal,
sobre mi frente…
… ha llegado Contigo,
como una paleta de colores,
botones, interruptores,
rojos, verdes, blancos,
estáticos, parpadeantes,
en los monitores de las salas,
que Tú auscultas,
paciente y amoroso,
con ternura de enfermera…
… algunas voces estridentes,
desaforadas, disonantes,
dan estocadas al aire,
luchan contra sus fantasmas,
hieren el silencio,
quieren desvirtuarte, Alegría,
no esperan respuestas,
solo oírse a sí mismas…
… los niños sin familia,
los harapientos sin hogar,
los jóvenes sin sueños,
los inocentes sin justicia,
los buscadores de verdad,
los mendigos de belleza,
buscan una Sonrisa,
donde amarrar sus noches
a tu serena Alegría…
… ¿qué alegría es ésta
cuyo deleite no se esfuma
en las ausencias,
ni su fragancia se confunde
en los momentos de fiesta?…
“… ustedes estarán tristes,
pero esa tristeza
se convertirá en alegría…” (Juan 16,20c)
(… la “rosa sin porqué” descubrió la alegría permanente en la gratuidad… con el Evangelio de hoy, San Juan 16,16-20…)