… presta atención a lo que ya llevas desde hace tanto tiempo… ¿necesitas un signo más?… ¿quieres ver más de lo que has visto?, ¿quieres ver más de lo que ves, oír lo que no se oye?… pero todo eso que deseas no se halla donde sospechas… sólo el «abandono» te lo entrega en lo escondido del corazón… clamas por maestros y por sendas o cosas que te guarden o protejan, que te proporcionen esa seguridad que, en el mundo, se tienen por muy importante… clamas, sí, pretendiendo un calificativo que te «identifique» en «lugares» que son, en realidad, inferiores o más pequeños que ti mismo… sin embargo la vocación a la gratuidad, el llamado a vivir recibiéndolo todo como un don, te levanta más alto que cualquier lugar o tiempo… ¿quieres «manuales» que te introduzcan donde ya estás?, ¿no te conforma eso que recibes a diario, a cada instante?… ¡déjate levantar en la gratuidad que no tiene determinaciones!… ¡abre el corazón y déjate amar!, y no pidas garantías al amor… la #rosasinporqué no anda pidiendo certificados de garantías a la gratuidad, no reclama signos sino que vive confiando en suave abandono… ¿exiges pruebas para creer en la amor que te ama?, ¿el pedido de pruebas no demuestra más bien tu inseguridad y desconfianza que la credibilidad de quien te dona y ama?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 12,38-42)…