Es posible que añadas errores con tus pasos, un tropezón aquí y otro más allá

… es posible que añadas errores con tus pasos, un tropezón aquí y otro más allá… tu condición de pecador vulnerable te recuerda, a cada instante, a cada paso, la urgencia de renovar, sin temor, el sentido de la gratuidad, el abandono y la confianza en Dios… en tantas ocasiones oirás o percibirás voces que suenan, con tonos adversos y lejanas, tormentas que agitan y despiertan temores que, en realidad, no comportan amenaza real alguna… no prestes atención a quienes se endurecen manifestando un poder falso… el hombre se juzga potente presionando aquí y allá, creyendo disponer de mucho cuando no puede nada… deja y abandona «criterios» y «pensamientos postizos»… nada de todo ello, nada de lo que se dice por decir, o con bronca o revanchismo, ha de llegar a tu morada interior… la necedad quedará muy lejos y no podrá alcanzarte jamás, a condición, claro, de no detenerte en ningún recodo del camino… sigue tu camino con honor, sin distraerte con los cantos de sirena que escuchas a diestra y a siniestra… la #rosasinporqué está más allá de lo que dicen, sabe que el silencio redime y salva y no deja que las opiniones le quiten la paz… ¿te perturban tus errores o que se conozcan y hablen de ellos?, ¿eres discreto en juzgar y en hablar sobre los posibles o aparentes errores de tus hermanos?… (con el Evangelio de hoy, San Lucas 11,47-54)…