… pide el que no tiene y quiere y desea tener, busca el que aún no encontró y quiere y desea encontrar, llama a la puerta el que está afuera y quiere y desea entrar… no tiene sentido pedir por pedir, buscar por buscar, llamar por llamar… el pobre pide, el soñador busca, el enamorado llama… algo tienen en común, entonces, los pobres, los soñadores y los enamorados… y faltarían los poetas… pero, a decir verdad, no hay pobre que no sea poeta, no hay soñador que no sea poeta, no hay enamorado que no sea poeta… ya que empoetar la vida significa descubrir una pepita de oro en un carozo, la eternidad en un instante y el cielo en una mirada… aprender a darse y a dar sin medida, buscar desinteresadamente el bien del otro sin estar pendiente de las consecuencias, tolerar las incomprensiones sobre todo cuando provienen de los buenos, extender la paciencia hasta abrazar al intolerante e impaciente, detestar la hipocresía haciendo lo posible por ayudar al hipócrita que nunca se deja ayudar, bendecir y agradecer siempre… en fin, hacer bien el bien, al menos intentarlo, pidiendo, buscando, llamando… la #rosasinporqué humildemente pide, busca y llama, por eso recibe, encuentra y se le abre gratuitamente… ¿pides, buscas y llamas o no necesitas ni quieres ni deseas nada?, ¿das cosas buenas cuando te piden?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 7,7-12)…