Perdonar

… perdonar
es desear que viva el agresor,
aunque muera en algo el agredido…

… porque el perdón
es parto del amor
por desear la comunión…

… el fondo del perdón
no es la falta de memoria
de los que huyen de él
avivando al alejarse el fuego
que arde en sus conciencias…

… no es la desazón íntima
del que se blinda contra él
mientras el gusano lo corroe
bajo la cáscara dura…

… no es la mirada esquiva
del que se vuelve contra él
dejando más rencor y odio
en las manos y en los rostros…

… no es negar la justicia
siempre necesaria pero escasa,
es el triunfo de un amor
que desborda el corazón…

… el fondo del perdón
es el abrazo paternal
al recién nacido,
es el llanto primero
de la ternura de Dios…

“… no juzguen y no serán juzgados;
no condenen y no serán condenados;
perdonen y serán perdonados…”
(Lucas 6,37)

(… la “rosa sin por qué” busca siempre el perdón porque ella vive de la gratuidad… con el Evangelio de hoy, San Lucas 7,36-38…)