Pequeña Doncella

… ¡pequeña Doncella
de gracia nazarena,
perfumada de azucenas
y vestida de inocencia!…

… ¡humilde en el servicio,
alegrando con tu canto,
todos los oficios y trabajos,
descanso del cuerpo y manos!…

… ¡mirada no invasiva,
caricia no posesiva,
sin reclamos ni reproches,
esposa, madre, amiga!…

… ¡vuelo encendido de la flor
nunca cautiva de su tallo,
tránsito o dormición,
asunta a lo más alto!…

… ¡diminuta gota de rocío
resplandeciendo como el sol
en aquellos que te aman
y te llevan en el corazón!…

… ¡débil existencia humana,
pétalo en el barro,
todo el Cielo te recibe,
Jesús y José con un abrazo!…

“… mi alma canta…” (Lucas 1,46b)

(… la “rosa sin porqué” se pasa el día piropeando la gratuidad de la más linda, la Virgen María… con el Evangelio de hoy, San Lucas 1,39-46…)