Para conocer

… para conocer
primero hemos de aceptar
y, recién, después analizar…

… quien sólo analiza,
en abstracciones se queda,
sin tocar la real realidad…

… quien sólo acepta,
en el conocer no ahonda,
y su libertad se condiciona…

… el Verbo se hizo carne,
para ser recibido, no entendido,
y así podamos conocer al Padre…

“… ‘te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra,
porque habiendo ocultado estas cosas
a los sabios y a los prudentes
y las has revelado a los pequeños’…”
(Mateo 11,25)

… quien recibe y acepta, confía,
quien analiza, cuestiona,
y el amor tiene razones
que la razón ignora…

“… ‘todo me ha sido dado por mi Padre,
y nadie conoce al Hijo sino el Padre’…”
(Mateo 11,27ab)

… densidad de filiación
que estalla en alabanza
y derrite al corazón en compasión…

“… ‘¡vengan a Mí
todos los que están
afligidos y agobiados,
y Yo los aliviaré’…”
(Mateo 11,28)

… son las cosas del Amor
que no necesitan explicaciones
para en todo aliviar y consolar…

… que me deje amar en mis debilidades,
y ame con delicadeza y ternura
a mis hermanos en sus pobrezas…

“… ‘soy paciente y humilde de corazón,
y así encontrarán alivio’…”
(Mateo 11,29b)

(… la “rosa sin por qué” nos enseña a recibir y aceptar confiando y así desde la gratuidad todo se explica… con el Evangelio de hoy, San Mateo 11,25-30…)