Padre de Jesús

… Padre de Jesús,
nuestro Padre,
mi Padre,
todavía tu hijito
no ha regresado
a casa,
ni le ha llegado
tu abrazo
hasta los huesos…

… tu hijito
todavía te busca,
orfandad culta
de los años de estudio,
llaga que no sana
en las calles del barrio…

… tu hijito
sigue abajo,
vive afuera,
anda errante,
y está solo
con un grito
que no cesa…

… ¿dónde estás?…

“… mi servidor,
no discutirá ni gritará,
y nadie oirá su voz en las plazas;
no quebrará la caña doblada
y no apagará la mecha humeante…”
(Mateo 12,19-20)

(… la “rosa sin porqué” no deja de anunciar la buena nueva de la gratuidad en medio de la gran desolación… con el Evangelio de hoy, San Mateo 12,14-21…)