Nunca la gratuidad crea fronteras ni levanta barreras para que no puedas pasar

… nunca la gratuidad crea fronteras ni levanta barreras para que no puedas pasar… cuando se cierra una puerta, se abre inmediatamente otra, que supera sombras y temores… cuando experimentes tu flaqueza y la necedad de lo que rodea, horas tan llena de interrogantes y de amenazas, debes mantener la calma en tu interior… recuerda siempre que la superficie del mar encrespado esconde una profundidad con una serenidad honda… no te inquietes si tus huellas se borran y desaparecen por acción de los vientos… muchos te dirán que hables en la oración, que cantes en la oración, que digas y que digas cosas mortificando así los oídos de unos y de otros… no está mal, pero tú has aprendido un silencio que viene de lo alto y no admite «distracciones» sonoras… guarda en tu corazón, como María, la incomparable sinfonía del silencio trascendente y no te apartes del camino de la gratuidad… nadie ora en verdad oyéndose a sí mismo, o mirándose al espejo, ensuciando así la pureza de un despojo dispuesto para Dios… la #rosasinporqué no vive pendiente de dejar huellas, al vivir de la gratuidad es como los pájaros que en su vuelo no dejan estelas… ¿te preocupas por dejar huellas y te olvidas de caminar?, ¿sabías que si vives de la gratuidad serás como los pájaros que en su vuelo no dejan estelas?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 1,19-28)…