Noches, horas de dolor y de prueba

… noches, horas de dolor y de prueba… sobre todo cuando la soberbia de la ignorancia pretende aplastar… la necedad se apodera con harta frecuencia de los escenarios descoloridos de tus días y parece ser la última palabra en el tiempo de la confusión… ¡pero no es así!… fantasmas y máscaras, con pretensiones de ferocidad, ensayan sus muecas, pero carecen de horizontes límpidos y grandes… amigo y amiga de la rosa aprende a seguir a pesar de todo, no prestes atención alguna a lo que carece de ser y de profundidad… aunque no lo sospeches tu respiro no se detiene si brota, con humildad y confianza, en el mismo corazón de la gratuidad… nadie lo sabe, nadie puede adivinar la inmensa e infinita misericordia del Señor, que sin demora te acoge y te sumerge en el mar de su Amor… y te perdona, y te vuelve a perdonar, y te eleva, y te abre Su Morada que se hace tuya… la #rosasinporqué renace de la gratuidad cada mañana, por eso es tan hermosa… ¿renaces cada mañana como un niño aunque ya tengas muchos años?, ¿te dejas engendrar una y otra vez o pretendes hacerlo todo solo?… (con el Evangelio de hoy, San Juan 3,1-8)…