No todo lo fugaz

… no todo lo fugaz
es intrascendente,
o carente de valor…

… muchas veces lo efímero,
en su acotada aparición,
es tan solo portador de algo más,
de algo mucho más hondo,
más trascendente;
de alguien, de Alguien,
que le da sentido a todo,
que saboriza la existencia,
que despeja las tinieblas…

… pizca de sal y no un montón,
velita encendida y no un reflector…

… el vuelo de una mariposa,
el aleteo de un colibrí,
los lirios del campo,
la estela de los peces,
pisadas en la arena,
el rubor en las mejillas,
la sonrisa de una mirada,
la fragancia de una presencia…

… y la aurora,
¡sí la aurora!,
anunciadora de amaneceres,
aurora que te retiras en silencio,
una vez que sol
despereza su melena…

“… la vida,
-decía Teresita-
es un instante
entre dos eternidades…”;

el Amor que nos soñó,
y el Amor que nos espera…

… pizca de sal y no un montón,
velita encendida y no un reflector…

“… ustedes
son la sal de tierra…;
… ustedes
son la luz del mundo…” (Mateo 5,13ª;14ª)

(… la “rosa sin por qué” es la aurora de la gratuidad que anticipa amaneceres… con el Evangelio de hoy, San Mateo 5,13-16…)