Si no te vuelves como este niño

… «si no te vuelves como este niño»… invitación llena de sentido para quien quiera ser amigo y amiga de la rosa… pero, ¿se trata de una especie de esfuerzo, de efectivo voluntarismo, para transformarte, tal vez según un método, en lo que ya no eres?… ¡no es eso!, porque ese «niño», éste «niño», ya vive en tu corazón… es la pureza de ese nacimiento virginal en la gratuidad, es tu condición verdadera, escondida y no manifiesta sino luego de esa aventura de vida que puede llamarse «descenso al jardín del corazón»… sí, claro, descenso hacia una realidad escondida, reencuentro con el origen de todo: el don de la vida… cada uno es llamado, cada uno es único… y se halla, si quiere, en esa profundidad dichosa… cada uno va con el secreto, su secreto -descubierto o no- siempre inefable… anterior a cualquier reducción estructuralista tu origen brilla más allá de las fronteras… ante él palidecen definiciones o instituciones, ante él todo calla para evocar el templo sagrado donde descubres el “rostro” de Quien es puro Don… directamente y sin reparos… no te conformes con lo que «se dice» o lo que «se aprueba» o «se aplaude»… vuelve a ser niño, vuelve a casa… la #rosasinporqué es niña y festeja la gratuidad en la hermosura que la adorna… ¿haces el camino hacia el nacimiento virginal de la gratuidad reconociendo que todo es don?, ¿disfrutas de recibir como un niño o te revelas adolescentemente queriendo ser tu mismo sin los otros?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 10,13-16)…