… no te olvides que todo, todo lo hecho o lo no hecho, se puede realizar en el amor desde la gratuidad… y no te olvides que en la medida en que «algo» es deseado al punto queda cumplido… procura la sencillez en todo, no andes enredando y tejiendo telarañas… los laberintos son de los que hablan mucho y no dicen ni hacen nada, expertos en llevar las cosas a aguas turbias… la hipocresía es la descomposición inevitable de los habladores e incumplidores crónicos… el recto de corazón también es sencillo, nada rebuscado, no anda sospechando… va más allá y más alto que todas las «determinaciones» o «condicionamientos» del lugar y de la hora, y encuentra “una salida”… todos los días puede dar con una “apertura” maravillosa que siempre será la aurora en su interior… no hay mejor lugar que la sencillez de este horizonte espiritual que se te descubre a cada momento… la #rosasinporqué es sencilla y simple, la gratuidad le evita acomplejarse y hacer complejas las cosas… ¿enredas y complicas las cosas sencillas?, ¿dices y no haces lo que dices?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 23,1-12)…