… no te conformes con esto o con aquello… fascínate cada día con la salida del sol, con la música de los pájaros, con la flor que se abre, con la sonrisa de los niños… asómbrate con la puesta del sol, con el silencio en la música, con la flor que se marchita, con una lágrima ¡o con muchas! en los inocentes que sufren… ¿ya sabes cuál es tu camino?… ¡no!… porque siempre descubres, con tus mismos pasos, una lección que te abre más en la gratuidad… quizá aguardabas un momento en el cual pudieras reconocerte, por fin, arribado… “¡ya no habrá más qué hacer!”… pero esto no ocurrirá porque en la gratuidad siempre puedes crecer más… no te interesen esas «metas» apresuradas que, una vez alcanzadas, te dejan satisfecho y nada más… la vida, que es don, rompe esos diques complacientes (si es que llegan alguna vez) y te vuelve a poner en camino… no te conformes con una inmanencia chata y horizontal y mezquina de sólo “sentirte o pasarla bien”… ¡busca mucho más allá!… ten una renovada confianza en un descubrimiento mayor, que es rebelde a las «medidas» y a las «estadísticas»… la #rosasinporqué nunca se conforma y vive con admiración creciente ante la gratuidad que todos los días la invita a la vida… ¿vives acomodado conformándote sin admirarte ni fascinarte ni conmoverte por nada ni nadie?, ¿te preparas para el gran Encuentro que te fascinará por completo?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 24,42-51)…