… “caminante peregrino”, ¡llueven las preguntas acerca del triunfo de la vida, de los éxitos, de los fracasos!… ¿has logrado tus deseos?… ¿alcanzarás, alguna vez, tus propósitos?… preguntas y más preguntas que fatigan y no aportan respuestas… ¡pero es tan simple y tan directa la solución!… quizá por ello resistas a abandonarte en lo más fecundo… ¡triunfas cuando eres, y eres donde estás!…
… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, muchos aguardan añadir migajas a la hondura del ser… distraídos por esto o por aquello… detenidos en horarios, reglamentos y porfías… apartan la mirada y se pierden en infinitos vericuetos sin razón y sin salida… no digas: “¡si lo hubiera sospechado antes!”… pon, atención, ¡eso es un engaño!… ese «pensamiento» carece de sentido…
…. es urgente que afirmes con valor y conciencia: ¡hoy es hoy y tu vida es «ya»!… ahora mismo recibes el don inefable de la sinceridad… y, también ahora, sabes que participas del Ser… y que todo lo tienes en «Aquél que te conforta»… ¡vuelve una vez más a «casa»!… no te dejes atrapar en las espinas de las sendas inciertas… el Secreto está celado en la Presencia que te eleva y te transforma…
… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, te introduces en el Corazón de tu Señor amado… te introduces donde ya estás sin advertencia… ¡porque triunfas cuando eres, y eres donde estás!… eres solo en Quien te ama… no des vueltas sobre huesos muertos, no maquilles, engañándote, hipocresía e iniquidad… no presumas bondad y justicia… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Mateo 23,27-32: “… sepulcros blanqueados… llenos de hipocresía e iniquidad…)…