Es urgente que hables menos y escuches más

… “caminante peregrino”, en todo busca la verdad… ya sabes que, de alguna manera, buscarla es encontrarla… transparencia y sinceridad… perseverancia y constancia… ¡sin temor!… la verdad no daña, no hiere… la verdad te hace libre… la verdad habita en tu corazón… es preciso despejar el campo, abrir puertas y tener lo imposible por posible… porque para Dios no hay «imposibles»…

… pequeño y buen amigo, pequeña y buena amiga, la verdad rompe los esquemas de vana y aburrida repetición… no digas lo que simplemente oyes por ahí o por aquí… trata de vivir en hondura y transparencia… no porfíes cuando no tienes o no dispones de conocimientos suficientes… no seas hipócrita mintiendo inventando relatos… es importante que quieras guiar al ciego, ¡pero tú no debes serlo!…

… ¡es urgente que hables menos y escuches más!… fíjate que los errores se repiten… y, sobre todo, los juicios apresurados acerca de la historia, cuyas falsas conclusiones es tan difícil remover… la clave es el amor a la verdad… el coraje de la verdad, el coraje de ser… esto, desde luego, ennoblece una vida… queda en paz, que Dios es hoy Presencia y Él te visita sin ahorrar tiempo…

… entonces, ¡vamos!… ¡arriba!… ¡allí donde te encuentras ponte de pie y respira hondo!… con la “pequeña oración” de la mañana, y de cada momento, te enfrentas con la realidad… no falsees la historia con relatos… no construyas tus interpretaciones justificadoras, no ideologices… sé contemplativo, no comentarista… desayuna y matea con la Verdad del “pan del día”, (Mateo 23,23-26: “… ¡guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!… ”)…