No es el «entorno», ni el «medio» lo que da sentido y valor a tu vida

… no es el «entorno», ni el «medio» lo que da sentido y valor a tu vida… quizá tengas la «tentación» de los momentos y de los lugares «ideales» para sentirte mejor y recibir no sé qué certificado de «seguridad» y de “certeza”… sin embargo, lo importante no son los «lugares», a veces harto accidentales, sino la vida misma que bulle y se dilata aún donde menos se la quiere… desde ya que no es deseable la hostilidad de nada ni de nadie, pero existe y se da... y es necesario que no claudiques entre esas dificultades que no preveías… y es importante que no decaigas con desilusiones en tu equipaje… decían tus mayores que cada uno ha de “morir en su ley”… “¡cuánto sabía de tus entrañas!, Madre nuestra, el Padre bondadoso que a todos gesta, que quiso que estuvieras de pie junto a la puerta para dar de nuevo a luz a los que entraran a la Fiesta… mas sabiendo que el paso a la vida tanto cuesta, ya que en forma de cruz quedó la puerta abierta, cuando dejó para siempre la muerte, muerta, supo mostrarnos el asir seguro de tu mano tierna… hoy que llego junto a Ti y veo la cruz de cerca, haz que aprenda mi mano cuando la tuya tiendas, que es el Amor el que por fin la lleva a donde no quiere ir, pero es bueno que así sea…”… la “rosa sin porqué” vive en fidelidad enamorada regalando su hermosura cada mañana… ¿tu vida vale por la fidelidad a quienes amas o por los lugares que ocupas?, ¿tu fidelidad es enamorada o cascarrabia?… (con el Evangelio de hoy, San Marcos 6,17-29)…